
Valtellina siempre ha sido nuestra tierra: aquí la producción de bresaola, realizada siguiendo lo que ahora se ha convertido en la especificación IGP o de acuerdo con otras recetas tradicionales y familiares, no es solo un trabajo, sino una forma de ser. Los valles verdes de Valtellina y de la cercana Valchiavenna son el marco de una actividad fuertemente vinculada al territorio, que ha estado ocurriendo durante más de 70 años.